LA PALABRA ESCRITA Y LA IMAGEN




La lectura de la palabra presenta una complejidad esencial, que consiste
en realizar dos operaciones mentales simultáneas. Como la palabra no
es una reproducción del objeto, desencadena en la mente del lector una
representación mental. Dicho de otro modo, éste debe construir su imagen
mental rebuscando en las referencias que su memoria le puede proporcionar.
La segunda, que se lleva a cabo simultáneamente, conlleva la
elaboración del sentido que supone el término empleado. Se trata de
un ejercicio mental complejo, que necesita de un proceso muy intelectual.